miércoles, diciembre 02, 2015

La pregunta por el ser que somos

Anoche Bernardo, de mi grupo de coaches, trajo como tema la pregunta por el ser. Su enfoque era desde la filosofía profunda, haciendo referencias a Heidegger y su concepto de ir como "arrojados" por la vida, en un estar ahí bastante automático, en interacciones permanentes con un entorno desde el cual aprendemos y aprendemos a la vez a operar y sobrevivir en el.

Yo tomé el tema desde una conversación que había tenido ese mismo día con unos amigos ex Unisys, en que uno de ellos, comentando la crisis de confianza institucional generalizada, apelaba al ser que somos, ambicioso y a un paso de la codicia, que si no hay reglas estrictas, pasa lo que ha pasado.
Yo quería tener argumentos, o un juicios favorable de la posibilidad, de que podíamos vernos de otra manera, esto apelando al ser que somos, distinto a como él lo refería.

Mi pensamiento es que hoy lo que hace falta es desarrollar el ser que somos, de manera de disponer de una mirada diferente, en que solo por ese simple hecho, veríamos posibilidades distintas y el mundo que construiríamos, sería distinto; mejor, por supuesto.

Nosotros aun nos vemos como algo determinado, incluso genéticamente, por la raza, por el origen español de nuestros antepasados. Y de ahí todos los malos resultados.
Yo pienso que "lo que somos", reside como decía alguien, entre nuestras dos orejas. Lo que somos es cultural y la cultura es rediseñable.

Incluso, anoche introduje un sesgo mas. Según conversaciones con mi amigo Enzo, bastante modificado por sus estudios de China y su cultura, siempre se resistió a poner en su blog una sección "Quien soy", prefiriendo una que dijera "qué he hecho".
Reclamaba que esta pregunta por el ser, venía de Sócrates, o antes, según Enzo y era una mala costumbre de occidente, que oriente, al menos China, no la tenía. Es lo que yo hago, lo que me configura frente a los demás y de ahí puedes sacar un ser, que no es ni tal, pues basta que decidas cambiar tu hacer y cambiarías tu ser ?

Bueno, volvamos al principio. Lo que decía es que hoy, lo que hace falta es cambiar el nivel de conciencia, cambiar el observador que somos, ensanchar la mirada. Pero eso no lo puedes vender, decía Bernardo. Lo que te comprarán, es la posibilidad de aumentar las ventas o la utilidad; eso es por lo que te pagarán. Obviamente, de ese aumento de retornos, se sacará el extra dinero para pagar estas esoterías espirituales.

Lo que somos, está en veremos. Yo al menos estoy convencido, que lo que somos es intervenible y con muchas posibilidades promisorios, si es que las disposiciones se alinean.

Sigo con la pregunta ¿cómo convenzo a mis amigos y a mis potenciales clientes, que somos algo distinto de lo que piensan que somos y que aquello que somos es donde está el mayor y mas fundamental potencial de desarrollo y transformación en los tiempos que corren?

2 comentarios:

  1. Gabriel,
    Lo que estás planteando es una cuestión fundamental.
    Estás hablando del hacer.

    Algo así como vivir mi vida a través de las teleseries. Echarme para atrás en el sillón y dejar que me emocionen con la tele. No es tan distinto el asistir a una opera... las teleseries precursoras.

    La cuestión está en que no estoy viviendo mi vida, sino la de otro, un facsímil.

    Sin perjuicio, de que lo que es virtuoso enriquece, tendríamos que tener el cuidado de vivir nuestras propias vidas, y no la vida en una matrix, --exagerando un poco.

    Entonces, la diferencia está en el hacer, el hacer propio. Subir cerros ja ja

    No puedo dejar de mencionar que en nuestra cultura local, el dejarnos llevar se acentúa. Descansamos en reglas que alguien preparó, y hay tantas reglas, para todo, que ya no pensamos, no discernimos.

    Se me viene a la cabeza, que los contratos nunca cubren la totalidad, las posibilidades son demasiadas, entonces hay que reconocer que es fútil intentar una solución a través de reglas. Hay que permitir que se iluminen todas esas lamparitas individuales, y dejar de enfatizar la lámpara autoritaria central. En la minería en Chile se trabaja 4,5 horas de la jornada laboral por dia... un desastre!

    Entonces, hay que preguntarse: qué estoy haciendo?
    Espero que la respuesta no sea viviendo la vida que otros quieren que viva...

    Se que me estoy extendiendo demasiado, pero

    Somos extremadamente plásticos, --plasticina--, no somos los mismos el lunes por la mañana, el viernes por la tarde, en la playa, en la oficina, en el trabajo, en una fiesta... el día del cumpleaños...
    Quizás es más seguro pensar que somos así o asa, da menos miedo, y por supuesto requiere menos esfuerzo.

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  2. Excelente pregunta Gabriel. Desde mi punto de vista me gusta la aproximación que hace Rafael Echeverria al respecto, es decir Ser - Hacer - Tener, el Ser que somos hace posible las formas de "Hacer" y eso genera el "Tener" y el Ser se transforma cambiando al "observador" que somos con nuevas distinciones y esas se desarrollan en el "Conversar" a través del lenguaje, o sea el habla y la escucha.

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